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Leyendas

Iglesia de nuestra señora del mallo foto manuel prieto

Los que conocéis Riglos, sabréis que aquí veneramos a la Virgen del Mallo, pues da protección a todos sus habitantes y guarda todas sus tierras y caballerías. La Virgen del Mallo está en su casa, en la Iglesia. Está allí ahora, pero no siempre fué así.

Cuentan los mas viejos del lugar, que esta Iglesia se la construyeron a Ella, y justo donde Ella dijo.

Dicen que un pastor que andaba cuidando un atajo de reses bacivas, por el pié de los Mallos, la encontró en una cueva. No hace falta decir que a partir de entonces esta cueva pasó a llamarse la Cueva de la Virgen. Cuando el pastor la encontró, la cogió y la llevó a la Iglesia que hasta entonces estaba presidida por San Miguel.

Cual sería el asombro del pastor, cuando a la mañana siguiente, cuando llegó con su ganado al sitio donde la había encontrado, se dio cuenta de que la Virgen estaba allí otra vez. La cogió y la volvió a llevar a la Iglesia.

Tantas veces como la llevó a la Iglesia, Ella se volvía para su cueva. Nadie comprendía nada. No llegaban a entender como lo podía hacer, ni porque prefería la cueva a la Iglesia. Hasta que en un sueño, le habló al pastor, y le hizo comprender que su deseo era tener un trozo de aquella roca en la que se encontraba, para siempre junto a Ella.

Así lo cumplió el pastor, y llevó de nuevo a la Virgen hasta la Iglesia, pero esta vez, además, llevo una piedra del Mallo. A partir de ese momento la Virgen descansó ya para siempre en la Iglesia junto a su piedra.

Desde que la Virgen del Mallo es venerada por sus fieles en su Iglesia, ella los protege. Nadie recuerda que haya habido ninguna desgracia sobre las personas ni sobre sus ganados por caer alguna piedra de los mallos.